Septimo Blog

 Querida Familia,

Todavia impactado por los efectos de mi tercera epifania, veo como los eventos se siguen desarrollando de manera muy distinta a como los habia previsto inicialmente, pero de manera complementaria.

Antes de iniciar el Nuevo blog, determine que era importante dar testimonios de como, cuando  y porque he percibido las intervenciones de una mano invisible para guiarme a lo largo de Mi Jornada. 

No se trata necesariamente de eventos tan dramaticos como una estrellada, una muerte o, una salvacion. Puede tratarse de experiencias intimas, sencillas, pero de efectos trascendentales. Veamos por ejemplo lo que tenia pre-escrito para mi segunda o tercera entrega:

Creo que debo regresar ahora con  las coincidencias que he detectado. han ido determinando la evolución de mi vida terrenal actual.

 (El uso de negrilla, es un artificio simple que me permite ayudar a verificar la cronología y destacar la lección aprendida)

Al considerar la 2a etapa además de la de resultar criado por mi abuela materna, sin interferencia alguna de padres o hermanos de sangre. hay otra que relato más adelante, la de Choachí. Que es uno de  mis testimonios de hoy. Y otras importantes que sucedieron después de la muerte de mi mama. Mi padrastro también decidió volver a casarse y mis hermanos entonces adolescentes eventualmente quedaron a la deriva. Me sentí entonces con la responsabilidad de un hermano mayor en una familia de huérfanos.

La 3a etapa que vino a resolver la soledad que implico la ausencia de hermanos de mi edad,  se produjo con otra coincidencia: La mano invisible dispuso que mi ‘contacto’ inicial con mi segunda familia hubiese sido unas trompadas con el hijo mayor, compañero de estudios, a quien además llame soberbiamente de ‘hijo de zapatero’. Una ofensa falsa, fuera de insultante  (su padre era dueño de almacenes de calzado en una importante vía comercial de Bogotá). El motivo de la pelea? Algo tan nimio, que ni siquiera recuerdo, solo sé que teníamos unos once años de edad y que unos muy pocos años después, creció una amistad con su segundo hermano, compañero de estudios y atletismo, (y no vayan a sospechar de homosexualismo, todo lo contrario)  que en un muy corto tiempo  me convirtió en un hermano más, otro hijo del zapatero y su inolvidable esposa. Como puedo atestiguar la mano no solo da regalos sino que enseña humildad de manera muy efectiva y sin castigar.

La 4a etapa y 5a etapas no están exentas de coincidencias, pero dada la apreciable distancia en tiempo, debo primero abordar varias intervenciones intermedias de mi querida mano. Hay varias que tienen que ver con “dinero” pero que aparentemente todavía están en periodo de ‘experimentación’ (en el sentido de sentirlas en carne propia, no de ensayo) y es aconsejable postergar su testimonio y análisis para tener una visión global coherente.

.Pero si creo que debo relatar ahora la primera que recuerdo, por lo importante de su lección. Sucedió como a mis 17 años.

Todo mi tiempo en el colegio fui Boy Scout, en mi último año (o penúltimo? La memoria ya flaquea, pero no es importante) la tropa programo una excursión a un sitio cerca a la población de Choachí (altitud 1900 mts), situada al otro lado del mismo cerro en los andes colombianos donde se ubica Bogotá (alt 2640 mts). La distancia por carretera aunque corta, unos 40 km, toma tiempo, hora y media o más, por ser una zigzagueante ruta que asciende al paramo (Cruz Verde, más de 3300 mts) y desciende nuevamente. En línea recta, (bueno, arriba y abajo) saliendo del colegio, son apenas unos veinte kms.

Da la casualidad que en la mañana del día programado, los “grandes’” teníamos una actividad de obligatoria asistencia, entonces se programó que la tropa iría en bus a Choachí y de allí al sitio escogido, unos quince minutos en bus, lo harían a pie; los grandes haríamos todo el trayecto a pie (camino de herradura) una vez concluida la actividad.

Las ineludibles coincidencias:

1 Dadas las circunstancias de la muerte repentina de mi papa y el posterior matrimonio de mi mama, mis relaciones con mi familia paterna prácticamente quedaron limitadas a recibir una mensualidad en efectivo con destino a mi educación. La víspera había recibido la mesada.

2. La actividad en el colegio se prolongó de modo que arrancamos a caminar como dos o tres horas después de lo esperado.

3.Parece que ese día tenía muchos bríos y me adelante al grupo durante el ascenso al paramo. Llegue solo a Choachí. Espere mucho tiempo al grupo hasta que se hizo evidente que ya no iba a llegar esa noche. Pero no importaba, para eso estaba ‘rico’.

La realidad. Choachí es un pueblo agrícola pequeño, Por aquella época no creo que llegara a los cinco mil habitantes. Al oscurecer toda actividad cesaba. Ya no había buses públicos (flotas). Hoteles, uno o dos y no tenían cupo, menos para un desconocido. Restaurantes, solo de día. Afortunadamente conseguí un pan y una tajada de salchichón en la única tienda que trasnochaba.

 Resultado: tuve que medio dormir a la intemperie, debajo de un alero, cerca de una iglesia a la que pude entrar al amanecer y esperar para tomar el primer bus que me llevara a mi destino. Francamente no me sentía con deseos de caminar más, Llegue al campamento como a las ocho de la mañana, sintiéndome orgulloso de haber superado mi odisea.

 El grupo llego a pie como a las once. Al oscurecer en plena montaña resolvieron pedir permiso en un pequeño hogar campesino para levantar una carpa, comieron del “comiso” que traían y desayunaron cortesía de la familia que les permitió albergue .La tropa los recibió con cariño y admiración. Habían hecho la jornada a pie desde el colegio, y no en bus como ese pendejo (yo).

Si entiendo la lección bien, la mano me demostró que el dinero solo me había servido para causarme cierto temor de haberlo podido perder y para pagar por el transporte que negaba el objetivo mismo de la excursión. Una noche incomodo y atemorizado, ciertamente no es la felicidad que creemos que el dinero proporciona.

No, no tengo fobia al dinero ni a quienes lo atesoran. Solo pienso que no se debe confundir con felicidad y mucho menos convertirlo en el ‘objetivo’ de la vida. Y para eso me preparo esta experiencia. Claro que no le hice caso y como insistir en meter el dedo a la llama para ‘saber’ que   quema, resolví ir en su búsqueda y ahora sé que quema. Pero para una visión global coherente, como dije antes, todavía debo esperar un poco.

Siguiendo la cronología, hay otras dos intervenciones de la mano, que han dejado huella y que solo ahora, durante este repaso, estoy entendiendo y apreciando. Ambas son ineditas, en el sentido de que por primera vez salen del sitio en que estuvieron almacenadas despues de experimentarlas; quizas porque solo ahora las puedo interpretar en su justo valor.

La primera, al comenzar mi tercer año de universidad, a mis 21 años. La Facultad ofrecía dos títulos Químico (4 años) o (Ingeniero Químico (5 años) y los primeros dos años eran comunes. Yo me inicie como estudiante de Ingeniería Química pero al matricularme para el tercer año resolví cambiarme a solo Química. La razón, ya había decidido que al terminar debía ir al exterior a especializarme y de esta manera me ahorraba un año y más bien hacia la especialización en Ingeniería.

Por ‘coincidencia’ hubo otro estudiante que tomo la misma decisión, pero su motivación era  económica. Él era hijo de un químico y ex’-profesor universitario alemán, forzado a emigrar por la persecución del régimen nazi. Nuestra universidad tenía un incentivo poderoso, el/la mejor estudiante del año, en cada curso, automáticamente tenía exención de pagar matricula y además recibía una beca mensual. Yo había tenido la fortuna de haber calificado en ambos años para esta distinción. Mi compañero, también un buen estudiante, pensó que al cambiarse, podía acceder el a este premio, lo que obviamente quedaba anulado por mi decisión.

Yo todavía recibía un apoyo económico mensual de mi familia paterna, de modo que mi beca en realidad no me era indispensable. Algo o alguien, sin ninguna solicitud ni sugerencia, me impulso a compartir (50%) mi beca mensual con este compañero, durante los siguientes dos años de carrera.. 

Nunca volvieron a cruzarse nuestros caminos, ni para decir gracias. Si interpreto correctamente esta experiencia, me enseño  que el dar, es la verdadera forma de recibir. La felicidad de recibir la beca fue ciertamente aumentada al compartirla desinteresadamente. También me mostro la forma apropiada de utilizar el dinero; donde se necesita.

Los caminos que si se cruzaron ‘coincidentemente’ fueron con el compañero que termino Ingeniería Química en mi lugar (quien mereció entonces las becas) y con quien viajamos juntos a Estados Unidos, (El año que me ahorre lo ‘gaste’, más bien invertí, en mi primer trabajo profesional. Y no me pesa, esto también influyo en mi destino). Compartimos un verano aprendiendo inglés en la U de Michigan, y un apartamento en Boston, donde vivimos el primer año de estudiantes en MIT. Eventualmente, este compañero llego a desempeñar posiciones muy importantes, nacionalmente, en Colombia. Tanto sus becas como sus éxitos profesionales, contribuyen al aumento de mi felicidad. Gracias mano invisible!

La segunda tiene que ver con mi graduación como Químico a los 24 años. Al concluir mis 4 años de estudios acepte un internado remunerado en una multinacional, mientras era tiempo de viajar a la especialización. Al poco tiempo, creo que dos meses, recibí una oferta de una posición permanente. La tentación de un atractivo salario probo ser irresistible, aumentada por el orgullo de ser llamado ‘doctor’. (En Colombia, todo graduado de universidad se le llama así. En realidad, todo cliente del ilustre gremio de lustrabotas, casi extinto por la desaparición del uso del calzado de cuero, recibe el título de doctor/a). Decidí aceptar y sin darme cuenta paso un año completo. Realice entonces que tenía que formalizar mi viaje, para lo cual era necesario apresurar mi graduación y me registre en la primera fecha posible, sin pensar en invitaciones ni celebraciones especiales.

Recuerdo que temprano, el día de la ceremonia recibí una llamada urgente diciéndome que para poder graduarme tenía que llevar inmediatamente el recibo de pago de los derechos de grado. Les informe que de acuerdo con los reglamentos y mi promedio académico debía estar exento de los mismos. Luego de una rápida revisión me dijeron que estaba bien y que podía asistir a la ceremonia para recibir mi título.

La ceremonia era un evento multitudinario, con miles de graduandos y muchos miles más de parientes y amigos. Quiso el destino (la mano?) que cuando llego mi turno fuera el primero ese día de ser anunciado como Grado de Honor. La multitud simplemente irrumpió en aplausos y vivas. Al recibir las felicitaciones junto con mi cartón, de manos de la Ministra de Educación, caí en cuenta que como no le había dicho a nadie, pues no tenía con quien compartir. La felicidad del momento se convirtió en una cierta tristeza.

Por mucho tiempo atribuí este episodio a mi afán por graduarme para poder viajar a continuar mis estudios. En efecto esta fue mi explicación a mi papa de la 2a familia cuando me hizo, con toda razón, el reclamo por mi silencio. Se entero por unos de sus amigos que estaban en la ceremonia acompañando a algún familiar y me conocían.

Ahora con el repaso (y loa años) veo una nueva percepción: no se trató de afán sino de egoísmo. Me sentía omnipotente y había sido YO con MI esfuerzo el que se estaba graduando y no tenía por qué compartirlo con nadie. Fui ingrato con muchos: Mi abuela materna (proveyó albergue y amor). Mi abuelo paterno (proveyó el sustento económico), Mi mama, padrastro y hermanos, con quienes estaba viviendo los últimos años. Mi 2a familia (proveyó la alegría de vivir). Y con amigos y compañeros de trabajo fui, por lo menos, descortés. Puedo y debo reconocerlo ahora y ofrecer disculpas a todos, Pero puedo también reconocer mi error y perdonarme a mí mismo para poder tranquilizarme y aceptar la paz, Gracias Dios y Espíritu Santo por guiarme en este repaso con vuestra mano invisible.

La lección es sencilla pero profunda, no hay felicidad si no la puedo compartir con los demás. Si el ego llegara a ‘triunfar’ sería un triunfo vacío y sin felicidad, como cuando yo me Gradué con Honores..

Veo ahora también, que el mismísimo cambio de carrera fue una intervención de la mano .En MIT el Departamento de Ingeniería Química pertenece a la Escuela de Ingeniería, en tanto que el Departamento de Química está dentro de la Escuela de Ciencia. La consecuencia fue que al ingresar, con base a mi graduación en química, caí bajo la tutela de Charles D. Coryell, Profesor de radio-química (Química Nuclear) quien además había sido uno de los científicos del Proyecto Manhattan, que desarrollo la bomba atómica. 

Con Dr Coryell como  mi Asesor, y aunque tome algunos cursos de ingeniería química, cambie ( a los 26 años) mi énfasis en la ingeniería (ciencia aplicada) al de la investigación (ciencia pura). Pero la verdad completa es que él, Dr Coryell, se convirtió en mucho, muchísimo, más que mi asesor de estudios. En realidad el título de padre, le queda corto. Pero como está claro; esto no es una biografía, de modo que los detalles que justifican esta afirmación, los omito.

Al meditar sobre el bien y el mal, y conocedor de que todo en el universo es energía, es necesario  concluir que la energía en sí misma no es ni buena ni mala. Lo que puede ser bueno o malo debe ser el uso que se le dé. Hace ya varios años, al observar ‘la mala fama’ de la energía nuclear en el mundo y compararla con ‘la buena fama’ de la eléctrica, me he preguntado qué hubiera pasado si la silla eléctrica hubiese sido el primer uso a nivel global, de la corriente eléctrica? Mi percepción ha sido que Hiroshima y Nagasaki, los holocaustos que obligaron a Japón a rendirse y terminar así la 2a guerra mundial, nunca han debido suceder. Y ahora, al leer la biografía de mi más que padre, encuentro:

“Coryell fue uno de los científicos del Proyecto Manhattan que en 1945 firmaron la petición de Szilárd instando al presidente Harry S. Truman a no usar la primera bomba atómica “sin restricciones”, instándolo en cambio a “describir y demostrar” su poder y dar a Japón “la oportunidad de considerar las consecuencias de una posterior negativa a rendirse”.

 (Vil copia. Lo pueden googlear en Charles Dubois Coryell.  Wikipedia)

Mi época en MIT coincidió con el comienzo de la llamada guerra fría (aunque no tan fría, la guerra en Vietnam, también estaba en sus comienzos) y temas como el Proyecto Manhattan no eran materia de discusión. Por lo tanto nunca oí al Profesor mencionar algo al respecto. La “coincidencia”  de que años después yo llegara exactamente al mismo pensamiento, no es más que una confirmación de las intervenciones de la mano en mi evolución espiritual. Gracias Dr Coryell (y MIT) por ayudarme a aprender como pensar.

Una vez escrito lo anterior, me asalta la inquietud: porque Truman no acepto la recomendación?

(Hasta aqui habia llegado antes de mi tercera epifania. Creanme que sinceramente no se como hubiera contestado la pregunta, pero estoy absolutamente cierto que no seria como ahora voy a hacerlo).

Aqui viene nuevamente mi ‘descubrimiento’ de la informacion revelada en mi mas reciente blog sobre los Ovnis. Repasando los parrafos omitidos en el libro de la Ley pero que aparecen en la cinta de grabacion de la Sesion 8, encuentro este

8.6Interrogador ¿Cómo se enteró Estados Unidos de la tecnología para construir estos ????? [inaudible]?

 Ra Yo soy Ra. Había un complejo mente/cuerpo/espíritu conocido por su gente por el complejo de sonido vibratorio, Nikola. Esta entidad partió de la ilusión, y los papeles que contenían los entendimientos necesarios fueron tomados por complejos mente/cuerpo/espíritu sirviendo a su seguridad del complejo divisional nacional. De este modo, su gente se enteró de la tecnología básica. 

En el caso de esos complejos mente/cuerpo/espíritu que llamáis rusos, la tecnología fue dada por uno de los miembros de la Confederación en un intento, aproximadamente veintisiete de sus años atrás, para compartir información y lograr la paz entre sus pueblos. Las entidades que dieron esta información estaban equivocadas, pero hicimos muchas cosas al final de este ciclo en un intento de ayudar a su cosecha, de las cuales aprendimos la locura de ciertos tipos de ayuda. Ese es un factor que contribuye a nuestro enfoque más cauteloso en esta fecha, incluso cuando la necesidad es mayor de poder sobre poder, y el llamado de su pueblo es cada vez mayor.

He copiado  el parrafo completo, para que se familiaricen con la forma de Ra expresarse y sobretodo, que sean ustedes mismos los que saquen sus propias conclusiones.

Yo solo quiero presentar un resumen con mis propios pensamientos. La pregunta se refiere a que Ra acababa de revelar que la mayoria de Ovnis avistados eran ‘propios’ y la respuesta los vincula con elementos de la seguridad nacional de EE.UU., los mismos vinculados con la bomba atomica, de aqui mi asociacion con mi pregunta todavia sin respuesta sobre Truman.

En primer lugar recordemos que Ra esta hablando en 1981. Y otras fechas para tener en cuenta. Nikola Tesla murio en 1943, en absoluta ruina (nacio en 1856). Truman fue Presidente desde Abril 25 de 1945 hasta Enero 20 de 1953. Las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki fueron arrojadss en Agosto 6 y 9 de 1945.

En cuanto a la decision de arrojar las bombas, solo alguna informacion adicional, tomada de Wikipedia:

” Truman, un granjero nacido en 1884 en Lamar Missouri, es el único presidente desde William McKinley (elegido en 1896) que no obtuvo un título universitario. Se crió en Independence, Missouri, y durante la Primera Guerra Mundial luchó en Francia como capitán de artillería de campaña. Al regresar a casa, abrió una mercería en Kansas City, Missouri, y fue elegido como juez del condado de Jackson en 1922. Truman fue elegido para el Senado de los Estados Unidos por Missouri en 1934. Entre 1940 y 1944, ganó prominencia nacional como presidente del Comité Truman, cuyo objetivo era reducir el despilfarro y la ineficiencia en los contratos de guerra.

Truman fue elegido vicepresidente en las elecciones presidenciales de 1944 y se convirtió en presidente tras la muerte de Roosevelt en abril de 1945. Solo entonces le hablaron del Proyecto Manhattan en curso y de la bomba atómica. Truman autorizó el primer y único uso de armas nucleares en la guerra contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.

Puedo observar que la decision parece haberse tomado ‘friamente’ mirando a las cifras de muertes ya que Truman siempre mantuvo que lo hizo para salvar vidas, millones, tanto japonesas como aliadas, que una invasión al Japón hubiera demandado. Claro que el posible ‘bias’ sugerido por el comite sobre despilfarro e ineficiencia pudo haber influido. (Y no me nieguen que este comite no es sino otra de mis ‘coincidencias’ con la situacion politica actual. Miremos a que tipo de decisiones conduce.).
 
Sin embargo, como yo  no tengo (y creo que nadie lo tiene) el conocimiento necesario para poder juzgar, no puedo ni debo (debemos) hacerlo. (Esto se aplica no solo a este caso sino a todos los juzgamientos humanos). Lo que si puedo percibir es que su accion no solo termino la guerra sino que atrajo una gran curiosidad galáctica reflejada en el aumento de los reportes sobre ovnis.

En conclusion no puedo atreverme a dar una respuesta certera a la pregunta pero si afirmar que el uso destructivo de la energia atomica de alguna manera nos ha conducido a la energia para mover ownis y a evidenciar que algunos gobiernos ya la tienen y que no van a poder seguir ocultandolo ni continuar restrigiendo su uso a aplicaciones destructivas. Esto ultimo lo deduzco del resto de revelaciones de la Sesion 8 no incluidas en los libros publicados. Pero dada la longitud del presente, debo reservalo para el proximo.

Por ahora solo quiero destacar que el uso detructivo de la energia atomica causo tal preocupacion en el universo, que el principio sagrado de “no intervencion” fue violado (por los ‘buenos’, los ‘malos, los de orion’ parecen siempre encontrar la forma de ‘distorsionarr’ la ley para disfrazar su violacion.  Como veremos, siempre lo han hecho y lo continuan haciendo). 

Lo que percibo es que en esas “frias y calmadas decisiones” el amor por el projimo, brilla por su ausencia. Y por eso,

Los/las quiero,

Alberto